jueves, 21 de febrero de 2008

"CENICIENTO"





























Llegas a casa rozando las 4.00 de la noche y recuerdas las anécdotas una y otra vez. Cómo puede ser que estemos todos conectados en el messenger pero con el icono de “no conectados”?

Así somos de freaks. Y yo que me pensaba que era el único que lo hacía y los tenía a todos controlados, y resulta que también me controlaban a mi. Y es que, después de alguna copilla de más, se reconocen cosas tan delirantes como ésta. Os imagináis a todos en el messenger conectado pero sin poder hablar al estar como “no conectado”? Buenísimo.

Reconozco que soy un “Ceniciento” en estado puro. El Cola-cao y las galletitas son mis únicas armas para muchas noches del fin de semana. Hay quien asegura que si a las 00.00 de la noche me encontrase en cualquier antro de Barcelona o periferia, me convertiría en ratón, hámster o ya puestos en algún animalillo entrañable de peli Disney (no vale Dumbo, suficiente trauma tengo ya de pequeño).

Me daba un palo tremendo. Sábado 22.15 de la noche, un hogar calentito, Barça por la TV, un montón de episodios de “Heroes” aún por devorar y el “Ceniciento” con la mantita en el sofá. Pero tenía ganas de verlos a todos, muchas ganas. Hacía siglos que no quedábamos y es que, aquellos días de hacer el capullo todos juntos en la sala 10, vacilando a los clientes quedan ya un poco lejos.

Así que allí estaba, al pie del cañón, todo sea por ver a mis amigos y lo que es mejor, disfrutar con ellos. Había más de uno que al verme con un cubata en la mano a las tantas de la noche y diciendo chorradas, creía estar en una episodio de “la dimensión desconocida” o de “otros limites”. Me lo repetían una y otra vez: Uala Carlitos, no me lo puedo creer!”

La verdad es que hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Riéndonos de las fotos que hacíamos(vaya jetos!!), comentando anécdotas de cuando curraba en el cine, poniendo a parir a los ganadores de los premios Goya (justicia ya de una vez!!), discutiendo de si el jugador de básquet Basile es un crack o un petardo (opto por lo último) y sobretodo, disfrutando de una Guiness, un brebaje Leprechaun (con copyright de Dani) o cualquier refrigerio habido y por haber.
Las horas iban pasando entre risas y todo salió a la perfección: todos cumplimos, todos nos reímos, todos nos lo pasamos genial y encima, el Barça ganó injustamente y lo que es mejor, sonaron las 00.00 de la noche y no me convertí en nada. Es mas, creo que mi sonrisa de por si, ya era la mejor manera de definir que el “Ceniciento” se iba a quedar mucho rato mas y que si en el peor de los casos me hubiese convertido en un ratón, seguro que el bueno de Markitus me hubiera salvaguardado en el bolsillo de su chaqueta fashion, no fuese que algún guiri cachas me aplastara con su pinta sin querer y acabase la noche en tragedia.

En estas quedadas, se suele arreglar el mundo, pero también se disfruta de esos momentos que a lo largo del tiempo, recuerdas una y otra vez. Quedas para otro día, recuerdas los proyectos con más de uno, las quedadas para ir al cine la semana que viene, o a comer, o a jugar a la play o ha hacer el vago, que más da el que hacer si lo haces junto a ellos.
Hubieron algunas ausencias de peso, pero estoy seguro que habrá más ocasiones para poder demostrarles que pasada la media noche, mi cara de Eric Bana (hacer de una vez un google “imágenes” y veréis lo que me parezco) no se convierte en la de un ratón, hámster o otro bicho pasada la medianoche. Y es que, teniendo a tantos buenos amigos y a la preciosa ada madrina a mi lado, eso es imposible.

YA SOMOS 2, DANI



Hay días que con el paso de los años, quedan grabados en tu memoria para siempre. Decides conservarlos intactos, nítidos, como en un disco duro, con el más detalle insignificante bien recordado. Como cuando describes un paisaje en una secuencia, le explicas una anécdota a alguien o un cuento a un niño, no escatimas en nada, quieres que todo, absolutamente todo, cobre vida y dure para siempre.

El próximo martes, será uno de esos días. Pasarán los meses, años, y siempre recordaré como un martes cinco de Febrero del 2008, firmé mi primer contrato como guionista profesional. Mis más allegados, saben bien lo que he sufrido, lo que he luchado. A los que no creyeron en mi, nada que objetar, ahora soy yo el que sonríe.

Esto solo acaba de empezar, y eso es lo que mas me gusta. Como cuando en la oscuridad de una sala de cine, sentado en tu butaca y al empezar los títulos de créditos iniciales de una peli, empiezas a emocionarte, tienes un cosquilleo en la barriga, y tu piel es ya la de una gallina. Entonces, y solo después de darle un intenso sorbo a tu refresco, piensas mientras imitas con algo de éxito la media sonrisa de Harrison Ford: “ y aun quedan 2 horas”.
Todas esos sueños que tenia de chiquillo, empiezan a hacerse realidad. El “cree en los sueños y ellos se crearán” del amigo Espinosa, pasa a convertirse, más que en un lema a seguir, en una banda sonora que escuchar, la banda sonora de mi vida.

Así que ya hace un buen rato que he hecho cola, he comprado la entrada con cierta antelación, nuestros asientos son numerados(bien, estamos centrados), el refresco no falla, las palomitas menos, se apagan las luces, suena el movierecord, un par o tres de trailers y los famosos títulos de crédito... y lo que es mejor, aún quedan 2 horas, bueno, en mi caso 1h 40m. 1 hora y cuarenta minutos de sueños hechos realidad, de sonrisas, de aventuras en el patio del colegio, de d´Artacan, de “los goonies”, de “teen Wolf”, de He-mans, de reyes magos, del tang, del camping Sitges, de las pelis caseras con mis tíos, de los cines con mis abuelos, de los domingos de macarrones y de tantas y tantas cosas. Y es que, como dijo mi gran amigo Dani P al ver a George A. Romero en persona hace unos meses en el festival de cine de Sitges: “Ya he hecho feliz al niño que llevo dentro”. Ya somos 2, Dani.

miércoles, 20 de febrero de 2008

2478


No es ninguna fecha en especial, tampoco es el título de alguna novela de Scoott Card, Asimov o Sagan. Es el numero de e-mails que tengo en mi bandeja de entrada. Es la historia de mi vida, de la que he vivido, de la que vivo y viviré.
Escojo una pagina al azar, clickeo un e-mail por clickearlo y en tan solo unos segundos y como si de una eficaz máquina del tiempo se tratara, puedo recordar hechos, palabras y personas que por suerte o desgracia, ya habían caído en mi olvido. Bonita manera pues de refrescar la memoria, de preguntarse a uno mismo algo así como “tío, todo esto ha pasado? tu dijiste eso tal día? eras amigo de tal persona?, estuviste allí? estuviste aquí? Dios...”.

Pasado borroso, como si de un sueño se tratara. Cuantas veces he hablado de esto y de esa extraña sensación con Dani y Vaelia, de todo aquello que ha pasado, y que con el paso de los años, se convierte borroso y difícil de recordar, como los sueños, como si realmente todo aquello nunca hubiera pasado. Es una sensación tan extraña, nostálgica y a la vez real, que sabes que todo aquello ha pasado porque sabes que ha pasado, por mucho que en ocasiones te cueste barbaridades creerlo.

Tenia un amigo que decía que la vida era una sucesión de etapas, aquellas palabras siempre me molestaban. Ahora solo me queda darle la razón, cuanta razón tenía joder. En algunos casos es ley de vida, sin embargo en otros, hay gente, amigos, personas que si junto a ti en el pasado, formaron momentos inolvidables e irrepetibles, ahora han pasado a convertirse en el mejor de los casos en anécdotas nostálgicas o curiosas, algo que a veces, no debería ser así. Como si todo por arte de magia, se nos hubiera olvidado. Bueno me equivoco, todo no. Siempre algo te quedará, una chispa de esperanza, un trocito de recuerdo, un recuerdo algo borroso eso si, pero al fin y al cabo, un recuerdo, que por cierto por si te he había olvidado, de algo que fue real. Un recuerdo que viviste y que si en algún momento dejas ese miedo que te invade al pensar en recuperarlo, siempre estarás a tiempo en hacerlo entero, tuyo otra vez, más nítido, más real.

Si aún recuerdas su risa atronadora que te hacia tanta gracia, podrás recordar millones de cosas más suyas y si no, tienes un montón de e-mails que te ayudarán a recordar, y lo que es más importante, a luchar.