miércoles, 20 de febrero de 2008

2478


No es ninguna fecha en especial, tampoco es el título de alguna novela de Scoott Card, Asimov o Sagan. Es el numero de e-mails que tengo en mi bandeja de entrada. Es la historia de mi vida, de la que he vivido, de la que vivo y viviré.
Escojo una pagina al azar, clickeo un e-mail por clickearlo y en tan solo unos segundos y como si de una eficaz máquina del tiempo se tratara, puedo recordar hechos, palabras y personas que por suerte o desgracia, ya habían caído en mi olvido. Bonita manera pues de refrescar la memoria, de preguntarse a uno mismo algo así como “tío, todo esto ha pasado? tu dijiste eso tal día? eras amigo de tal persona?, estuviste allí? estuviste aquí? Dios...”.

Pasado borroso, como si de un sueño se tratara. Cuantas veces he hablado de esto y de esa extraña sensación con Dani y Vaelia, de todo aquello que ha pasado, y que con el paso de los años, se convierte borroso y difícil de recordar, como los sueños, como si realmente todo aquello nunca hubiera pasado. Es una sensación tan extraña, nostálgica y a la vez real, que sabes que todo aquello ha pasado porque sabes que ha pasado, por mucho que en ocasiones te cueste barbaridades creerlo.

Tenia un amigo que decía que la vida era una sucesión de etapas, aquellas palabras siempre me molestaban. Ahora solo me queda darle la razón, cuanta razón tenía joder. En algunos casos es ley de vida, sin embargo en otros, hay gente, amigos, personas que si junto a ti en el pasado, formaron momentos inolvidables e irrepetibles, ahora han pasado a convertirse en el mejor de los casos en anécdotas nostálgicas o curiosas, algo que a veces, no debería ser así. Como si todo por arte de magia, se nos hubiera olvidado. Bueno me equivoco, todo no. Siempre algo te quedará, una chispa de esperanza, un trocito de recuerdo, un recuerdo algo borroso eso si, pero al fin y al cabo, un recuerdo, que por cierto por si te he había olvidado, de algo que fue real. Un recuerdo que viviste y que si en algún momento dejas ese miedo que te invade al pensar en recuperarlo, siempre estarás a tiempo en hacerlo entero, tuyo otra vez, más nítido, más real.

Si aún recuerdas su risa atronadora que te hacia tanta gracia, podrás recordar millones de cosas más suyas y si no, tienes un montón de e-mails que te ayudarán a recordar, y lo que es más importante, a luchar.

No hay comentarios: